La Corporación Municipal Costa Chinchorro participó exitosamente en el simulacro de terremoto y tsunami de Onemi evacuando y colaborando con la evacuación del público presente en los recintos que administra en el borde costero sur correspondiente las Cuevas de Anzota, oficina de playa La Lisera, playa El Laucho y la ex Isla Alacrán.
Esta actividad contó con evaluadores que tomaron el tiempo de llegada hasta los puntos de resguardo asignados para cada recinto y además permitió evaluar el nuevo punto de mitigación validado por Onemi en las Cuevas de Anzota.
La directora ejecutiva de Costa Chinchorro, Daniela Ortega Lau comentó que el simulacro es importante para la corporación por que permite perfeccionar los planes de seguridad : “Estamos bastante contentos de los resultados, los y las trabajadoras se sumaron activamente al ejercicio, participaron y evacuaron, lo cual es bastante importante para nosotros por que nos permite medir y actualizar los protocolos de seguridad de la Corporación”.
RESCATE EN ANZOTA
Durante este ejercicio preventivo se inauguró el nuevo punto de mitigación para la Cuevas de Anzota, considerando por primera vez en mapas y planes de evacuación a este recinto turístico que recibe cerca de 126 mil visitas al año.
Al respecto, el director regional de Onemi, Franz Schmauck comentó que para la prevención de la seguridad en Anzota es fundamental la coordinación entre diversas instituciones y autoridades: “estamos en un sector bastante riesgoso, no solo por desprendimiento de material, sino que también por riesgo de tsunami, por tanto hay que hacer una gestión integral con todos los servicios públicos y con el estudio del macizo”.
Este punto de mitigación se encuentra en playa Corazones, subiendo 30 metros sobre el nivel del mar, en el cerro frente a la costa. En torno a ello, la directora ejecutiva de Costa Chinchorro agregó que antes el sector era considerado zona de sacrificio y estas actividades permiten seguir avanzando para la seguridad de visitantes:
“Por primera vez Cuevas de Anzota, que era considerada hasta hace poco una zona de sacrificio, tiene un punto de mitigación. Este ejercicio nos ayudó a darnos cuenta que es necesario demarcar la zona y ver problemas de infraestructura que nos van atrasando, queremos postular un proyecto que nos permita buscar la forma de facilitar el acceso de los turistas y visitantes hacia la cima, son 30 metros que hoy en día un joven o persona con buena condición física logra llegar, no así adultos mayores o personas con niños, entonces solucionando estas dificultades podremos cumplir con el propósito de salvar más vidas. Estos ejercicios son necesarios, importantes y nos vamos a sumar cada vez que existan”, comentó Daniela Ortega.